periodismo cultural y nueva obra

Reseña

28.04.2011 16:20

 

Cada época tiene su paradigma. Mientras que The Beatles tuvo un público atento para recepcionar cada paso superador en su carrera artística, The Strokes contó con una audiencia cerrada que le pedía más de lo mismo y que hasta llegó a manifestar su enojo ante la presencia de signos evolutivos en su canción.

La comparación no es odiosa –si hay alguna que lo sea- porque las dos bandas comenzaron haciendo un rock livianito dirigido a un público juvenil, y sus integrantes eran muy jóvenes al momento de editar sus óperas primas. El marco histórico le proporcionó una circunstancia favorable a The Beatles (que experimentaron hasta el límite de sus posibilidades) y le cortó las alas a The Strokes en su tímido intento de despegarse del suelo con First Impressions of Earth.

Los fans denostaron el disco so pretexto de no traer aquellas frescas canciones para bailar toda la tarde de un día domingo, y la mayor parte de los críticos (hombres al fin, cocidos en el mismo horno donde se manufactura el prototipo seriado de cada época) lo subvaloraron con casi idénticos argumentos.

Claro que si los integrantes de una banda saben bien a donde dirigirse,  todos estos pareceres se los pasan por el trasero de sus convicciones y siguen para adelante, aunque quizá The Strokes no sabían muy bien adonde ir, o sabían pero tanta opinión adversa llegó a confundir sus planes futuros, o creyeron que continuando el sendero abierto en su tercer disco el porvenir no iba a ser fácil desde el punto de vista económico.

Lo cierto es que pasaron cinco años para producir nueva obra, suficiente tiempo como para poner un  disco en el mercado y colmar las expectativas, tanto volviendo a la fuente Stroke original, o manteniendo la tensión estética de First Impressions…, o proponiendo un nuevo modelo creíble. Ninguna de esas cosas sucede en Angles. No están ni el sonido conocido de la banda en sus dos diferentes versiones, ni está la nueva propuesta redondita, cerrada y atadita con un moño.

Lo que se percibe es por un lado,  el intento de volver a la estética original y por otro, la necesidad de actualizar ese sonido anexando datos del pop electrónico. Los tipos ahora suenan rejuvenecidos pero sosos,  suenan con algo de la personalidad pasada  pero lavados como el vidrio cuando lo golpea la lluvia y distorsiona el paisaje del que mira hacia afuera.

Por lo general los temas comienzan con tips electrónicos que mueren en estribillos más o menos rockeros donde puede apreciarse la única sobrevivencia del perfil de la banda neoyorkina: las atractivas líneas melódicas de la guitarra líder. A veces exteriorizan un formato tan tecno que hasta semejan una puesta –anacrónica- de Kraftwerk  o recurren a géneros latinos como la bossa nova, o la guitarra marca ritmos reggaes o de ska,  en un intento de aliarse con aportaciones de otros ámbitos que le proporcionen algo de oxígeno.

Esas pieles falsas delatan la existencia de un conflicto de personalidad que aunque lo parezca, no es el único. No se trata sólo de un problema epidérmico. No es el disfraz que han elegido para vestir estéticamente la canción lo que  falla sino la canción misma.  En temas como “Two kinds of happines”  se nota sobradamente el rejunte de partes extrañas que no cuajan entre sí, que parecen provenir de estilos diferentes y  forzados, como si se les hubiera vuelto imposible crear una canción de la extensión mínima esperable y tuvieran que apelar al collage para volverla verosímil.

¿Tan pronto les llegó el ocaso o hay que esperar al quinto disco para que se rediman por todo el tiempo que se los ha esperado en vano?

 

Leonardo Scampini

 

 

 

 

 

 

LISTA DE TEMAS

 

 

 

 

Angles

The Strokes

RCA, 2011

 

 

 

 

01. "Machu Picchu"
02. "Under Cover
of Darkness"
03. "Two Kinds of Happiness"
04. "You're So Right"
05. "Taken For a Fool"
06. "Games"
07. "Call Me Back"
08. "Gratisfaction"
09. "Metabolism"
10. "Life is Simple in the Moonlight"

 

 

 

 

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